Lo más complicado de esta actividad es hacer el sello, que tendrá que preparar un adulto. Primero piensa en el tamaño de la manita que va a agarrar la patata, y escoge el tamaño de la patata en consecuencia. La forma de la patata hace que sea un sello muy cómodo de coger para niños a partir de 1 año. Manejar una puntilla para cortar la patata no es sencillo. Piensa en una forma muy simple, como una estrella, un rombo o un triángulo. Es más fácil si es una forma compuesta por líneas rectas y no curvas. Puedes hacer varios sellos para que el niño vaya cambiando a su gusto y probando qué pasa.

Yo en casa siempre tengo un rollo de papel de IKEA de los que van debajo de la pizarra de pie que venden. Aunque no tengas la pizarra, siempre está genial tener el papel. Cuesta 3 eurillos y vienen 30 metros de papel de un grosor que admite pintar con técnicas de agua. Además tiene la ventaja de que puedes cortar el trozo del tamaño que más te convenga. Creo que es uno de los básicos de material que toda casa con niños debería tener. Como en otras actividades donde estampamos con objetos grandes, te recomiendo que utilices por lo menos un tamaño de cartulina DIN A3 para que no se te quede corto el soporte. Además así también minimizas el guarreo fuera del papel. Un fondo de color también funciona muy bien en esta actividad.

Yo soy de tener botes grandes de témpera porque cunden mucho más y salen más baratos. Otra ventaja que tienen es que tu peque puede manejarse mejor para echar la pintura en la paleta (o la superficie donde mezcles los colores) que siempre les encanta. Para este tipo de actividades, cualquier marca nos vale.

Como siempre, protege bien la superficie de trabajo alrededor, porque no todas las estampaciones irán dentro del papel. Ten cerca un paquete de toallitas húmeas, un trapo o servilletas para poder hacer frente a cualquier desaguisado rápidamente y sin frustraciones.