Cuando tienes varios enanos en casa, especialmente cuando hay un bebé, necesitas que los mayores entiendan que las enfermedades se contagian y tienen que tener cuidado de no toser ni estornudar cerca de sus hermanos cuando se ponen pochos. También es imprescindible que entiendan que para ello deben, además, lavarse mucho las manos.

Como Torpedín lleva malo 5 días, le enseñé la foto de un virus y le expliqué que son monstruos muy muy pequeños (tanto que no se ven) que se meten por la nariz o la boca y hacen que nos pongamos malitos hasta que conseguimos que se vayan (cuidándonos mucho, durmiendo, bebiendo agua, comiendo bien y tomando la medicina que nos diga el doctor). El problema es que, si estornudamos o tenemos mocos, algunos monstruo-virus que tenemos salen en las babas y los moquetes. Del estornudo salen escopetados. Si te tocas la nariz para sonarte los mocos, o simplemente porque te pica, estarán en tu manita y se los puedes pasar a la hermana, a papá, o a la abuela... si no te lavas las manos antes de tocarles. A partir de ahí los bichejos se pueden meter por su nariz y puede ser que también se pongan malitos.

La historia le ha fascinado. Parece que ahora entiende un poco más qué está pasando aquí y quién es el responsable de todo este fastidio de ponerse malito. Para reforzar la idea hemos hecho un dibujo de los virus, que ha salido muy gracioso y hemos disfrutado un montón. Ha sido un poco cosa del momento, y hemos usado unos rotuladores que se soplan por un lado y sale la tinta como a gotitas por el otro, rollo aerógrafo. Se los regaló mi madre y le encantan. Para usar con plantillas son muy divertidos. Para decorar hemos usado pegatinas de los libros de caritas del Tiger, pero cualquier ojo adhesivo puede valer... o incluso dibujarlos con un rótulo negro por encima.